Baloncesto
COMUNICADO JUNTA DIRECTIVA BCB
Debido a la cantidad de llamadas que hemos recibido de padres, jugadores, antiguos jugadores y simpatizantes de nuestro Club, interesándose por la situación de nuestro coordinador y entrenador de los equipos Junior y Cadete A, Pablo Cuevas, en relación con los incidentes producidos durante el transcurso de la Semifinal del Campeonato de Extremadura Junior, jugado el pasado mes de Mayo contra el equipo Plasencia ABM.
Queremos manifestar lo siguiente:
Durante este tiempo transcurrido hemos mantenido un silencio respecto a todo este tema, porque creíamos que era lo adecuado y confiábamos en la buena fe y en la justicia deportiva que a buen seguro nos dispensaría la Federación Extremeña de Baloncesto y sus distintos Comités, pero una vez transcurrido el tiempo y a la vista de los acontecimientos y como quiera que nuestro entrenador lleva veintidós partidos oficiales sancionado sin poder dirigir a sus equipos, es nuestra obligación dar la versión de los hechos con total pulcritud para que cada uno saque sus propias conclusiones, avalada fundamentalmente por personas presentes en el encuentro y que algunas de ellas no tienen ninguna vinculación personal con los participantes en el partido.
Pablo desde hace nueve meses no puede entrenar, al tener suspendida cautelarmente su licencia por decisión del Juez de Competición de la FExB.
Los hechos en que se basa esta decisión se contienen en el acta arbitral del encuentro celebrado el 30 de abril de 2011 entre el Miravalle Plasencia y el BCB. Su tenor literal es el siguiente: “En el minuto 7 del segundo período, tras producirse una situación de balón retenido, el entrenador del Equipo “B”, Pablo Cuevas Alcalde, entró en el terreno de juego un metro, empujando con ambas manos al jugador del equipo “A” Miralvalle Plasencia ABM, lanzándolo al suelo, por lo que fue descalificado. Seguidamente se produce una situación de enfrentamiento por parte de componentes de ambos equipos”.
Durante este enfrentamiento generalizado se producen agresiones por parte de jugadores de ambos equipos, circunstancia esta que nuestro Club deploró desde el primer momento.
La entrada de Pablo al terreno de juego tiene su justificación en lo que el acta define como “situación de balón retenido”, que es descrita por las REGLAS OFICIALES DE BALONCESTO (art. 12.1.2) como aquella en la que “uno o más jugadores de equipos contrarios tienen una o ambas manos firmemente sobre el balón, de modo que ninguno de ellos pueda obtener el control del mismo sin emplear una brutalidad excesiva”. Y esto es lo que cabalmente ocurrió, ya que el jugador del Miravalle Plasencia intentó obtener el control del balón clavando el codo en la cara del jugador del BCB, llegando a golpearle en la cara en varias ocasiones. Y como ello ocurre al lado del banquillo ocupado por el BCB, Pablo entró escasamente un metro para evitar (mediante un leve empujón) que la agresión siguiera produciéndose y ante el riesgo de un enfrentamiento mayor entre los integrantes de ambos equipos.
La acción de Pablo está permitida por las mencionas REGLAS, que en su art. 39.2.2 establece que: “Solo el entrenador y/o su ayudante están autorizados a abandonar la zona de banquillo de equipo durante un enfrentamiento o durante cualquier situación que pueda derivar en enfrentamiento, para ayudar a los árbitros a mantener y/o restablecer el orden. En tal caso no serán descalificados”.
El Juez de Competición no se limitó a incoar expediente disciplinario contra Pablo, sino que decidió también suspender cautelarmente su licencia para entrenar hasta que se dicte resolución sancionadora. Ello ocurre por Resolución del 12 mayo de 2011.
Días después, el Juez de Competición tiene noticia de la denuncia penal que la madre de un jugador agredido del Miralvalle Plasencia presenta contra un jugador del BCB. Incluye también en la denuncia el empujón que le proporcionó Pablo.
Como consecuencia de ello, el Juez de Competición decide prorrogar la suspensión cautelar de la licencia de entrenador de Pablo hasta que se resuelva la causa penal, lo que al día de hoy todavía no ha sucedido y se desconoce cuando sucederá. ¡Y ya han pasado nueve meses!
Hasta en tres ocasiones se le ha pedido al juez federativo que levante la suspensión cautelar de la licencia, dado que la causa penal se dilata en el tiempo y existe riesgo de que cuando se dicte resolución en el expediente sancionador administrativo Pablo haya cumplido, de facto, una sanción de más de un año sin poder entrenar por una acción (un leve empujón) que esta permitida por las REGLAS y que sólo tenía por objetivo defender a su jugador y evitar un previsible enfrentamiento entre ambos equipos, dada la tensión existente, pues no en vano estaba en juego el pase a la final de la competición.
El Juez de Competición se niega a levantar la suspensión, manteniendo una situación de clara injusticia que está generando un perjuicio enorme al Club, a Pablo y, sobre todo, a los jóvenes jugadores que confían ciegamente en su entrenador y que no pueden comprender que por defender a uno de ellos sea tratado como si fuera una mala persona.
Nos preguntamos por qué la Federación no ha abierto paralelamente al informe del árbitro unas diligencias para aclarar lo sucedido, cuando había indicios suficientes para dudar que lo expresado por el trencilla en el acta no era lo que realmente había sucedido, teniendo además la posibilidad de contrastar los hechos con testigos presénciales que estaban dispuestos a declarar y que así lo hicieron por escrito, sin que se les haya hecho el mas mínimo caso.
Alguien se puede creer que en una situación de enfrentamiento de componentes de los dos equipos, como textualmente refleja el árbitro del partido en el acta, solo sean identificados y sancionados los jugadores y el entrenador de nuestro equipo, cuando con el reglamente en la mano deberían haber sido expulsados, además de los jugadores que intervinieron en las agresiones, el entrenador y los jugadores de banquillo del Plasencia, por invasión del terreno de juego.
Como es posible que estando presentes hasta tres delegados federativos, uno de ellos a pie de pista, no vieran ninguna de las acciones punibles del equipo contrario y con todo lujo de detalles las nuestras. Por que en lugar de recriminar al árbitro su actuación parcial al expulsar a dos jugadores del BCB y el entrenador y a ninguno del Plasencia, se le premia con pitar la final.
De verdad no creen que resulta muy sospechoso, que en principio nos informen de que todo lo sucedido estaba gravado y que posteriormente con el devenir de los hechos y ante la petición por parte de nuestro Club del video del partido, nos comuniquen que precisamente ese partido no se gravó porque se quedaron sin batería, NO ME DIGAN QUE NO ES CASUALIDAD. Si no tuviéramos la conciencia tranquila creen ustedes que hubiéramos solicitado como prueba para aclarar todo el citado video.
Podemos confiar en una institución que actúa con esta falta de transparencia y MANIPULA LOS HECHOS con tal de justificar sus actuaciones y que no les importa mancillar la trayectoria y el prestigio de una persona, que jamás se ha visto implicado en un incidente de estas características y que por el mero hecho de salir en defensa de uno de sus jugadores que estaba siendo agredido, que quede muy claro, dando un leve empujón, llegue a calificar este hecho el Juez de Apelación como: “BRUTAL AGRESIÓN DEL TECNICO” y “QUE DEBE EVITARSE QUE TAL SUJETO, (refiriéndose a Pablo)PUEDA EN MODO ALGUNO DIRIGIR LA FORMACIÓN DE JÓVENES JUGADORES”, como se puede llegar a este extremo con tal de justificar el mantenimiento de la suspensión, y tratarlo como si fuera un peligro para la sociedad.
Nos preguntamos, por qué este ensañamiento, por qué esta inquina contra nuestro Club, que hay detrás de todo esto, nos negamos a creer que por esta acción se pueda consentir que una persona dedicada en pleno al baloncesto y a la formación de jóvenes con total dedicación y de forma prácticamente altruista, se le pueda impedir que se pase toda una temporada sin dirigir a su jugadores.
Esta pagando Pablo algún peaje por haber sido críticos desde el Club, con la Federación y con su Presidente, al trasmitirle las sensaciones que percibimos, y que nos llegan de todo el entorno del mismo, sobre la desigualdad de trato que recibimos respecto a los eventos y actividades que para la promoción del baloncesto, función principal de la Federación, se organizan en Cáceres y los que se llevan a cabo en Badajoz, cuestión fácil de evaluar si acudiésemos a la memorias de actividades organizadas por la Federación en los últimos diez años.
Afortunadamente todos conocéis a Pablo, y nos queda la tranquilidad de que en su momento todo este asunto llegará a las manos de un Juez de verdad, y que a buen seguro pondrá a cada uno en su sitio, esperamos con ansiedad ese momento, para que de una vez por todas se aplique justicia a nuestro entrenador.
Queremos agradecer en nombre del Club, las muestras de apoyo que a través de todos los medios estamos recibiendo y estáis mandando a Pablo a través de las redes sociales para que se sobreponga a estos momentos difíciles. Os necesitamos ahora más que nunca a todos, la unión hace la fuerza y os pedimos que sigáis en vuestro empeño de pedir JUSTICIA PARA PABLO, pero siempre sin faltar el respeto a nadie, nosotros no vamos a cejar en nuestro empeño de exigir hasta donde la ley nos faculte, a que se restituya el buen nombre de nuestro entrenador y se le retire esta injusta sanción.
Firmado: Junta Directiva BCB