Son ya muchos años los que han pasado y aún recuerdo esos primeros días de pretemporada, donde en ese desierta Granadilla a las 5 de la tarde con un calor digno del inframundo, mis amigos entrenaban con una ilusión tremenda.
Yo iba a acompañar siempre a mi primo Nacho, y poco a poco se encendió esa llama de la ilusión.
Poco a poco empiezas a ver que no se trata únicamente de un simple deporte en un simple club. Descubres algo más, te engancha y no dejas escapar la ilusión de emocionarte en cada victoria, en lamentar cada derrota y, sobre todo en aprender cada día cómo un grupo de chavales se mueve gracias a la ilusión, el trabajo y la constancia.
No he tenido la oportunidad de jugar pero yo juego en otro espacio, la grada.
2.-Eres uno de los seguidores más fieles y leales del BCB, eres un asiduo en las gradas y siempre son bien recibidos tus ánimos. ¿Qué representan estos colores para ti? ¿Con qué valores te sientes más identificado?
Compromiso. En la vida siempre hay que tener metas, unas se cumplen, otras no, pero el hecho de comprometerse para hacerlo y de la manera que el BCB lucha cada día por tener ese sentimiento tan presente es algo que se contagia. A veces uno cae, pero su compañero le levanta, le da una palma en el culo y repone los pilares que habían caído.
Lealtad. En esta vida hay que ser fiel a unos principios que vamos asentando poco a poco, creo que el BCB es la bandera de lealtad, en este caso, en toda Extremadura, un grupo de personas, me incluyo, que verdaderamente sentimos un escudo, una ilusión y luchamos más allá de todo lo que se dice y se hace. Acostumbrados siempre a una especie de complot, siempre habrá una llama de esperanza en la oscuridad y creo que el BCB es el mejor estandarte de ello.
3.-Has tenido el gusto de compartir varios viajes a EEUU con las personas del BCB, ¿Qué han representado esas experiencias en tu vida?
Pues sinceramente, me he hecho esa misma pregunta muchas veces y aun no sé contestarla. Es realmente emocionante, poder ir con tus amigos a unos viajes tan sumamente emocionantes como estos. Me quedo con sensaciones más que con momentos (que también tenemos muchas anécdotas).
Siempre que se habla de estos viajes, recordamos sobre todo el previo, esos días veraniegos, calurosos, con las famosas papeletas para arriba y para abajo, donde la ilusión de un chaval por cumplir su sueño supera a las señoras que casi te pegan por el bolso por llamarlas educadamente, los señores que van tirando billetes por la calle y después te deniegan una mísera papeleta o gente que ayudaba sin más por ser un club que apoyaba al cien por cien el deporte. Insisto, son sensaciones, todo eso es el viaje, desde el primer minuto hasta que llegas a la Traviata de Badajoz, tras ver el bar “La Loli”, cuando no hacía más de diez horas ibas caminando y oliendo Times Square, Lincoln Road o sitios del estilo…
También quisiera aprovechar esta oportunidad para saludar a todos aquellos que nunca creyeron en este tipo de iniciativas, aquella gente, que sin decirlo expresamente a la cara, nos deseaban el mal para que no pudiésemos viajar. De corazón que no me acordé de ellos en el mismísimo Madison Square Garden, o en el American Airlines Arena, viendo en una misma pista a gente como Lebron, Wade, Kobe Bryant, Gasol y compañía, de verdad, que no me acordé de vuestras caras.
4.-¿Cómo ves el baloncesto en Extremadura? ¿Estás de acuerdo con el sistema actual? ¿Qué cosas modificarías?
Lo he dicho muchas veces y no tengo pelos en la lengua para callarme. Todo lo que se está haciendo, el trato que se está dando a ciertos sectores del baloncesto en Extremadura me parece lamentable. No porque nosotros no ganemos cada temporada tres o cuatro títulos, lo digo por ellos. Creo que no hay nada más penoso y lamentable que ser infiel a un deporte, porque por encima de todo está el baloncesto, no los fajos de billetes.
Realmente me da pena que ciertos dirigentes permitan esta farsa que rodea al baloncesto extremeño. Una farsa que cada vez se va descontrolando más y más, sin ética y moral, que apuntala cada día a personas que sólo quieren enseñar, aprender. No desean enriquecerse, no desean tener un pívot de siete metros ni que todos sus chavales juegen contra el Real Madrid. Para eso tenemos nuestro magnífico torneo de semana santa “made in” BCB.
También me gustaría añadir, y recalcar, sobre todo recalcar, que nadie hundirá jamás este barco, este transatlántico de sentimientos, de orgullo que día a día encendemos, con carbón, si, si hace falta lo hacemos a la antigua usanza. Pero sale de puerto, sale de unas aguas enturbiadas, unas aguas llenas de lodo, de algas en forma de envidia por tener precisamente eso, un barco de vapor, cuando otros compiten con el barco nuclear Pedro el Grande (quien no sepa que es, que lo busque).
5.-Recomiéndanos una película y una canción.
Una película, creo que escogería, en este caso Cadena Perpetua. Engloba un poco todo ese ideal de ser libre, de apostar hasta tu última carta, de exprimir los sentimientos, de luchar por ellos y nunca, nunca cansarte de querer escapar de una injusticia que jamás fue buscada.
Una canción, creo que escogería Lost! de Coldplay. Representa un poco ese espíritu del hombre errante, sin una dirección pero con un propósito. Porque, como diría la canción, Just because I’m loosing, doesn’t mean I’m lost.
6.-Despídete dando un mensaje de ánimo y esperanza a toda la hinchada del BCB.
Creo que eso no hace falta, ellos tienes ánimo como ningún conjunto haya jamás visto, y la llama de la esperanza es tan fuerte que ni un vendaval plagado de rabia, de odio, de mala intención, lo apagaría. Porque ellos han mamado, perdón por la expresión, la esperanza y la lucha desde que son bien pequeños.
Si me gustaría terminar con una frase, para mi muy especial, que trata un poco de todo lo que hacemos cada día, aunque no se vea una recompensa a primera vista:
“No se trata de inteligencia; la mayoría de los hombres son como hojas que caen y revolotean indecisas, otras son como los astros: siguen una ruta fija, ningún viento los alcanza y llevan en su interior su propia ley y trayectoria.”