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La historia de Isiah Thomas

Isiah Thomas (Chicago, 1961) es una de esas figuras multiterreno del baloncesto. Pasó de la cancha a los banquillos y posteriormente a los despachos, siendo bastante más exitoso en algún terreno que en otro. Tres escenarios muy distintos. Como jugador estamos hablando de uno de los mejores de todos los tiempos en la NBA y un icono en los Detroit Pistons, mientras que como técnico tuvo destellos al mando de los Indiana Pacers y como directivo fracasó estrepitosamente, con escándalos incluidos, en los New York Knicks.

Pese a que Isiah Thomas es uno de los villanos por excelencia en la historia de la NBA y el líder del equipo más duro de todos los tiempos, los Bad Boys de los Detroit Pistons, es innegable que se trata de uno de los mejores bases de siempre. Estamos hablando de alguien que está en el Hall of Fame y que atesora dos anillos de campeón (1989 y 1990), un galardón de MVP de las Finales (1990), 12 presencias en el All-Star Gamedos MVPs del All-Star Game y un título NCAA (1981) con su correspondiente MOP de la Final Four. Un currículo envidiable, muy bien aderezado con alguna que otra actuación de leyenda como los 25 puntos en el tercer cuarto del Game 6 de las Finales de 1988, padeciendo un esguince de tobillo.

Sin embargo, pese a su calidad y talento, el carácter de Isiah Thomas siempre le complicó las cosas y le convirtió en uno de los jugadores más odiados allá por donde pisase. Incluso en su propia ciudad natal, Chicago, donde se le cogió un gato impresionante debido a la rivalidad con los Bulls y sus duelos con Michael Jordan. «Cuando jugaba en Chicago, le compraba entradas a mis amigos y a mi familia y luego ellos animaban a Michael Jordan», confesó molesto en una entrevista con ESPN. El resto de la cancha, los que no le conocían, directamente le abucheaban.

La dureza con la que se defendía a MJ y el mal perder de aquellos Pistons en las Finales de Conferencia de 1991, cuando los jugadores de Detroit abandonaron el banquillo antes del final del partido, sabedores de su derrota, sin saludar a su contrincante. Un gesto que le persiguió durante el resto de su carrera y que le cerró las puertas de la selección de Estados Unidos que disputó los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Nunca se ha dicho abiertamente y no se conoce a ciencia cierta el motivo por el cual Isiah Thomas fue vetado en el Dream Team de Barcelona 92, pero el caso fue que no estuvo en el mejor equipo que se ha formado en toda la historia del baloncesto. Unos dicen que se debió a aquella espantada en forma de rabieta orquestada por el base ante los Bulls. Otros cuentan que Thomas boicoteó el primer all-star game de Michael Jordan en la NBA y éste se lo devolvió cuando se empezó a dar forma a aquel equipo de ensueño. De un modo u otro, la personalidad del jugador de Chicago le dejó fuera y a día de hoy aún le escuece. «Si no fue parte del Dream Team por un lapso de emociones y no dar la mano a alguien… Entonces estoy más decepcionado ahora de lo que lo estuve entonces», admite Isiah en ESPN«El Dream Team es el único logro que no conseguí en mi carrera».

Una vez retirado, y después de cuatro años en los despachos de los Toronto Raptors, Isiah Thomas se negó a alejarse del baloncesto y comenzó su carrera como entrenador. En 2000 se convirtió en el técnico de los Indiana Pacers y en 2003 dirigió a la Conferencia Este en el All-Star Game. Sin embargo su periodo en el banquillo de Indianapolis sólo duró tres temporadas, en las que nunca pudo pasar de primera ronda de los playoffs.

Tras su salida de los Pacers, los New York Knicks acudieron a Thomas para ofrecerle el puesto de President of Basketball Operations. Aunque en la Gran Manzana no tomó precisamente las mejores decisiones. Tres años después de su contratación, los Knicks tenían la suma de salarios más alta de toda la NBA y el peor récord de victorias y derrotas. Para intentar hacer funcionar al equipo que él mismo había creado, Isiah aceptó el puesto de entrenador del conjunto neoyorquino en 2006, pero sólo duró dos temporadas antes de ser despedido.

Su último trabajo en el baloncesto profesional hasta la fecha fue el puesto de presidente de las New York Liberty de la WNBA en 2015.

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