Mide 1,60 metros, una estatura ideal para muchos deportes.
Hubiera podido ser jinete, gimnasta, luchador, motociclista o piloto de coches, pero pocos pudieron imaginar que pese a su tamaño se convertiría en una estrella de… ¡baloncesto!
Muggsy Bogues ha sido el jugador más pequeño en la historia de la NBA, la Liga Profesional de Baloncesto de Estados Unidos, en la que triunfó durante 14 años hasta su retiro en 2001.
«Tienes que tener la habilidad, está claro, pero también tienes que tener actitud, porque si no la tienes, nadie va a tomarte en serio», dijo el pequeño gigante del baloncesto a la BBC.
«Supe de mucha gente que no entendió que un chico de mi tamaño jugara en un deporte que se supone es para los chicos grandes«.
«Tuve que romper muchas barreras y cambiar la forma de pensar de muchos. La única manera de hacerlo era siendo efectivo en la cancha».
Su relación con el balón comenzó prácticamente desde su nacimiento, y tras ir ascendiendo en el baloncesto colegial y universitario, Bogues fue seleccionado en 1987 por los Bullets de Washington, conocidos ahora como los Wizards.
«Lo primero que hicieron cuando me vieron, debido a mi estatura, fue tratar de levantarme ya que pensaron que sería una ventaja para ellos, pero yo era una persona pequeña y muy fuerte».
Fue debido a su habilidad para robar la pelota que recibió el apodo de Muggsy, dejando en el olvido su nombre original, Tyrone.
«Cuando crecí, siendo niño en el centro de Baltimore, en Maryland, jugaba de una forma en la que solía robarle la pelota al rival».
«Y ellos decían ‘¿por qué él siempre atraca (mugging, en inglés) a todo el mundo?'», recordó.
Para Bogues, que jugó diez temporadas con Charlotte antes de vestir la camiseta de Golden State y Toronto, es fundamental seguir trabajando una vez que alcanzas el máximo sueño de cualquier jugador de baloncesto, llegar a la NBA.
«Es un mundo completamente nuevo cuando llegas a ser profesional, un reto diferente tratar de mantenerte en la élite», señala.
«Se convierte en un trabajo diario, con gente que trata de venir y quitarte tu trabajo pese a que tú piensas que es tuyo o que ya lo conseguiste».
Y como si fuera poco cuando llegó, a Muggsy Bogues le tocó ser compañero del segundo jugador más alto en la historia de la NBA, Manute Bol, quien medía 2,31 metros. Una cuestión de perspectiva.